A veces hay que darle un empujoncito a tu estado de ánimo para ayudarle en lo que te propongas. Tanto en el trabajo como en la vida cotidiana, mantenerse motivado es tan importante como alcanzar tus objetivos. Y sabemos que mantenerse motivado es complicado, sobre todo cuando son proyectos que duran años y has vivido en tus propias carnes el estancamiento, el no puedo rendir más, el “hasta aquí”.

En ReBLog vamos a abrirte los ojos para que seas tu mayor fan, seas más productivo en tu trabajo y la motivación esté al alcance de tu mano. Te contamos 5 métodos para mantenerte motivado.

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1. Supera las adversidades y motívate.

No siempre va bien en el trabajo. Todos tenemos días buenos y días malos. Es normal y natural.

¡Si todo nos fuera bien siempre menudo aburrimiento de vida!.

Pues, aunque parezca mentira, los días malos son tus principales motivadores: te obligan a querer mejorar o enmendar errores. Son el pellizco que necesitas para no decaer, cabrearte un poco y decir: ¡esto lo hago yo si o si!. 

 

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Anímate y aprovecha los días en los que no todo va bien como un toque de atención para mejorar y ser la mejor versión de ti en tu puesto de trabajo. Lo notarás y lo notarán.

2. Deja de obsesionarte por tu falta de motivación.

Centrarse mucho en exceso en algo tampoco ayuda. Las cosas deben fluir, y muchas veces no tenemos la batuta en nuestras manos. Hay que motivarse si, pero sin obsesionarse.

Si te obligas a estar muy motivado para tu siguiente proyecto podrías causar el efecto contrario e incluso terminar sintiendo menos motivación que antes. 

No seas duro contigo mismo, la perfección no existe y debemos darnos un respiro.

Somos nuestros mayores enemigos, y eso es algo que debería cambiar. Pero somos humanos, es complicado dejarse llevar, siendo realistas pero sin dejar de perseguir nuestros sueños, ¿no?.

3. No pierdas de vista la meta.

¡Dato importante!

¿En eso se centra todo, no?. Muchas veces olvidamos la razón por la que hacemos las cosas, y suele ser nuestra mayor motivación. Recuerda por qué haces lo que haces, y si no es suficiente motivación créate una similar, o varias. 

 

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No olvides tus objetivos, escríbelos y ¡ponlos en la nevera!.

Hacer las cosas en vano no tiene sentido. Y muchas veces olvidamos cual es nuestro objetivo, e incluso nos planteamos si el hacerlo vale la pena.

¿En su momento pensaste que era la mejor idea del mundo? ¿Por qué ahora no?. Examínate. Puede que la idea en un principio fuera buena y ahora, pensándolo bien,  decides que ya no lo es. 

Puede que tengas razón, muchas veces cambiamos de opinión y las cosas van a mejor, pero…¿y si te equivocas y lo único que te hace dudar es tu falta de motivación?. Piénsalo, las grandes ideas parecen absurdas al principio. Y si no, piensa en los grandes inventores… seguro que sus ideas al principio les parecerían insignificantes. Pero continuaron, no desistieron, erraron una y mil veces, y tuvieron éxito.

4. Pide ayuda y apóyate en otros.

Pedir ayuda no es algo horrible que va a hacer que parezcas menos experimentado en tu campo de trabajo.

Pedir ayuda es de sabios.

Existen estudios que demuestran que la fuerza que dan los sistemas sociales de apoyo es una gran fuente de resistencia, éxito y felicidad.

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Al igual que otros nos podrían pedir ayuda, nosotros también podemos y tenemos el derecho de pedirla.

No te cortes. Dicen que dos mentes piensan mejor que una.

Y el trabajo en equipo es de lo mejor que existe cuando la motivación no llama a tu puerta.

¿Por qué no pruebas?

5. Inspírate.

Libros de motivación

Sin más. Busca artículos que te puedan ayudar, infórmate y busca respuestas. 

El éxito lleva su tiempo y mantenerse motivado no es fácil, especialmente cuando la meta te resulta muy difícil.

Pero recuerda que si trabajas para alguien, ese alguien ha confiado en ti; y si trabajas para ti, tienes que ser tu mayor fan.

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Si quieres divide tu meta en pequeños objetivos, pero no desistas.

Porque la vida es complicada, y nuestros sueños más.

Pero si no fuera así, qué aburrida sería nuestra vida, ¿no?