¿A qué se dedica un Community Manager? ¿A estar todo el día en Facebook? Obviamente no. Por supuesto, gestionar redes sociales como Facebook es una de sus tareas diarias, pero también hay muchas otras que requieren su tiempo, como documentación, actualización de noticias, redacción de posts para el blog, estrategia, atención al público… Hoy queremos que te pongas en la piel de un Community Manager durante un día.
Un Community Manager no tiene un horario establecido, es muy difícil que cumpla únicamente las 8 horas de trabajo diarias. Cada uno tiene que crearse un plan de trabajo adaptado al sector, marca u organización para la que trabaja. Incluso teniendo un plan marcado y establecido cada día, puede modificarse en cualquier instante para adaptarse a noticias o eventos virales que surgen en el último momento.
Lo que está claro es que su tiempo es oro. La gestión del tiempo y de las tareas a realizar es fundamental en la vida del Community Manager.
Su trabajo comienza a las 8:00 am donde empieza a leer y revisar blogs y noticias del sector para conocer las últimas novedades mientras se toma un café bien cargado. No hay que olvidar echarle un vistazo a los perfiles sociales para verificar si hay seguidores que atender.
En el trascurso de la mañana es la hora de gestionar contenidos, publicaciones y campañas, analizar la efectividad de las publicaciones, interactuar con los seguidores de las redes sociales, retwittear, dar a me gusta y monitorizar para saber qué se dice de la marca o empresa en internet.
Después del almuerzo, es el momento de escribir entradas para el blog corporativo, buscar nuevos contenidos y planificar los del día siguiente.
Antes de la vuelta a casa, hay que volver a interactuar con los seguidores online de la tarde. El trabajo de un Community Manager es la escucha y atención constante de los seguidores.
¿Su trabajo termina cuando llega a casa? Las redes sociales nunca descansan y Facebook, Twitter, Instagram… siguen mandado notificaciones, pero la última tarea de un Community Manager es saber desconectar de su trabajo, despejarse la cabeza, descansar y cargar las pilas para el día siguiente.